martes, 8 de octubre de 2013


 FORMACIÓN DE LAS ISLAS BALEARES
Las islas Baleares son una prolongación en el Mediterráneo del territorio peninsular, pero con dos zonas diferencias. Por un lado, Ibiza y Mallorca, como prolongación del arco alpino Bético, y, por otro, Menorca, con estrechas afinidades con las montañas de la Cadena Costero Catalana. 

El conjunto balear es, pues, un escalón de enlace de las Cordilleras Alpinas del Mediterráneo Occidental, formadas en el geosinclinal del Tetis que dio lugar a las Béticas y al Conjunto Catalán. Estos vínculos con el plegamiento alpino es visible en la constitución de los terrenos mesozoicos sedimentados en el geosinclinal del Tetis. También se aprecia en la estructura de mantos de corrimiento empujados hacia el noreste producto de la tardía aparición de esta orogénesis. La alineación estructural es muy similar a las Béticas, es decir, Suroeste a Noreste.

 
El roquedo de las islas Baleares es de tipo arcilloso y calizo: la área arcillosa se carcteriza por la presencia de rocas sedimentarias de la era terciaria y cuaternaria, la roca predominante es la arcilla.Se encuentra en zonas donde se alterna los periodos secos y calurosos y los periodos de lluvias torrenciales cortas e intensas integrada  y las formas que origina son las cárcavas; y el área caliza está formada por sedimentos de la era secundaria, plegados durante la terciaria. El material predominante es la caliza que presenta grietas o diaclasas y cuyas formas dan lugar a lapiaces, poljés, gargantas, dolinas, cuevas y simas.                                                                                  
                 
                                    

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