La vegetación de las Islas Baleares está formada por tres especies típicamente mediterráneas: el pino de alepo, la encina y la garriga mallorquina, monte bajo formado en su gran mayoría por lentisco y acebuche.
MALLORCA
La vegetación de Mallorca está muy adaptada a las características climáticas de la isla. En la zona de clima mediterráneo típico predominan las encinas y los pinos. La encina se localiza en áreas húmedas y frescas, donde forma grandes bosques. El pino se extiende por toda la isla y se concentra en lugares más secos.
MENORCA
Los fuertes vientos de Tramuntana que azotan la isla de Menorca, determinan que la isla tenga una vegetación escasa. En el centro de la isla hay pequeños bosques de pinos y encinas. El monte bajo está compuesto por lentisco y acebuche. En las zonas costeras aparece la sabina y especies espinosas como la zarza.
LAS ISLAS PITIÜSES
En Ibiza las lomas montañosas están cubiertas por claros bosques de pino, encina y sabina, este último es el árbol característico de la isla. El resto de la isla se caracteriza por un monte bajo formado por lentisco, romero, carrizo y adelfas. Formentera tiene una vegetación muy similar a la de Ibiza aunque con menor número de pinos y encinas.
ARCHIPIÉLAGO DE CABRERA
Una de las características del paisaje vegetal terrestre de Cabrera es la práctica ausencia de bosque, reducido a unas pequeñas zonas en el centro y noreste de la isla. Ello ha sido debido principalmente a las vicisitudes históricas que en ella han tenido lugar. La falta de precipitaciones y la pobreza de los suelos determinan un tipo de vegetación adaptada para poder soportar la aridez del verano.
El único árbol presente en el archipiélago es el pino, que forman áreas frecuentemente muy densas que se mezclan con el típico matorral mediterráneo "la garriga", matorral perfectamente adaptado a los rigores del clima mediterráneo. Entre este tipo de plantas destacan el acebuche, lentisco, sabina y la ueforbia.