CLIMA DE LAS ISLAS BALEARES
En el archipiélago balear predomina el clima mediterráneo sub-húmedo,
con una pluviosidad anual entre los 350mm y los 650 mm. Las nevadas son
muy escasas y se producen principalmente en las cumbres. Las
temperaturas son suaves durante todo el año. Todo ello, junto con una
media de 300 días de sol, hace que las Illes Balears sean uno de los
lugares de Europa con clima más agradable. Sin embargo, existen
sensibles diferencias entre las diversas islas que conforman la
comunidad autónoma.
MALLORCA
Es típicamente mediterráneo, con temperaturas medias templadas y
un régimen de precipitaciones estacional, coincidiendo la estación seca
con la cálida del verano. Las precipitaciones anuales fluctúan de un
lugar a otro de la isla, entre los 350 mm de la zona sur y los 1.500 mm
en zonas altas de montaña, en la Serra de Tramuntana. Pero en la mayor
parte del territorio están comprendidas entre los 450 y los 650 mm. La mayor parte de las precipitaciones caen durante el otoño, en los meses de septiembre y noviembre. El régimen de precipitaciones se caracteriza por su
irregularidad, variando considerablemente de un año a otro, hasta el
extremo de llegar a provocar sequías.
Las temperaturas medias anuales,
exceptuando la alta montaña, están entre los 16 y 18º C, con máximas
medias los días de verano de 29/31º C y mínimas medias las noches de
invierno de 5/9º C. A pesar de que se dan extremos prácticamente cada
año, por encima de 35º C y por debajo de -2º C, excepcionalmente las
temperaturas pueden llegar hasta los 41º C en verano y hasta -6º C en
invierno.
El entorno físico de Mallorca es en primer lugar el mar, un mar
profundo, cerrado y relativamente cálido, con temperaturas superficiales
que alcanzan los 26 º C en agosto y que no bajan de los 14º C en
invierno. El mar regula la temperatura y hace que la estacionalidad
térmica no sea tan marcada como en pleno continente, a la misma latitud.
En invierno predominan los vientos de componente norte conocidos
como Mistral (noroeste) y Tramuntana (norte). En los meses de verano los
vientos predominantes son los de componente sur, conocidos como Xaloc
(sudeste), Mitjorn (sur) y Llebeig (sudoeste).
MENORCA
Durante prácticamente todo el año, Menorca goza de un clima
típicamente mediterráneo, sin temperaturas extremas; con inviernos
suaves y húmedos, y veranos secos y cálidos.
El fenómeno climatológico más destacable de la isla es el viento
del norte, la famosa Tramuntana, un viento seco y virulento que puede
ser protagonista en cualquier época del año, aunque es durante los meses
del invierno cuando puede llegar a alcanzar más de 100 kilómetros por
hora. Estas ráfagas son las responsables de que a Menorca se la denomine
"la isla del viento". Pero la Tramuntana no azota siempre con el mismo
rigor. Contrariamente, cuando llega el verano se convierte en una
plácida brisa que
suaviza las temperaturas estivales, reduce la humedad del ambiente y
proporciona jornadas de una atmósfera más limpia.
En lo que se refiere a la lluvia, la media anual es de 650 mm, una
cifra que varía según el año y la región del territorio insular.
Normalmente, el otoño es la estación donde se registran las mayores
precipitaciones.
IBIZA Y FORMENTERA
Las temperaturas de las Pitiusas son bastantes regulares y
elevadas. La media anual en Ibiza/Eivissa es de 18-19º C y en ningún mes
las temperaturas medias son inferiores a los 10º C. En junio, julio,
agosto y septiembre se sobrepasan los 25º C de media. En Formentera las
medias son ligeramente superiores; las máximas medias no alcanzan los
30º C ningún mes y son más altas en otoño que en primavera, mientras que
las mínimas medias se dan en diciembre, enero y febrero.
Se trata, por tanto, de un clima con altas temperaturas medias, de
inviernos suaves, veranos largos, baja oscilación media anual y un
elevado porcentaje de días de sol (2800 horas anuales).
La pluviosidad es irregular y escasa, un total de 380 mm en
Evissa/Ibiza y 350 mm en Formentera. En ningún mes se registra exceso
de agua, si no que por el contrario el déficit hídrico se mantiene
durante nueve meses en Ibiza/Eivissa y diez en Formentera.
Los vientos predominantes son de oeste-sudoeste en invierno, y del
este en verano, originados por la depresión de origen térmico del
centro de la península. La superficie de las islas no es lo
suficientemente grande como para que se formen brisas térmicas
importantes.